COMUNICADO DE
PRENSA
A 34 AÑOS DE LA
MASACRE DE LA EMBAJADA DE ESPAÑA,
MANTENEMOS EL
CLAMOR POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA
Han pasado más de tres décadas desde aquel trágico 31 de enero de
1980, fecha en la que se cometió uno de
los actos más oprobiosos que conoce la historia de nuestro país y la humanidad,
tanto porque fue el punto de despegue de la violencia más feroz que de manera
planificada y calculada fue dirigida contra el pueblo de Guatemala y
particularmente contra los Pueblos Mayas, la impunidad que sobre este hecho y
otros cientos de miles de violaciones a los derechos humanos se mantiene hasta
el día de hoy.
Al igual que la Masacre de la Embajada de España ocurrida
el 31 de enero de 1980, en la ciudad de Guatemala, decenas de expedientes y miles
de testimonios documentan las graves violaciones a los derechos humanos, que de
manera sistemática y deliberada se
perpetraron contra las comunidades indígenas, sectores campesinos,
sindicales, estudiantiles, religiosos, populares y académicos. No obstante
la magnitud y la evidencia de estos
hechos, han sido contados los responsables intelectuales y materiales de estos crímenes
que han sido juzgados y condenados, en tanto los sectores de poder y el Estado
concibieron y estructuraron un sistema de impunidad que permitió reforzar el
terror para hacer más efectivos sus planes. Así lo establece con claridad el
Informe Memoria del Silencio de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico,
“Los efectos
perdurables del terror no sólo fueron efecto de los hechos atroces; la
maquinaria del terror contaba con varios resortes que reforzaban su eficacia,
entre ellos la impunidad. Al ser cometidas por el Estado, sus agentes u otros
ligados a los sectores de poder, las violaciones quedaron sin castigo y se perpetuó
su recurrencia. La ausencia de justicia y la ostentación de la impunidad
crearon la impresión de que ningún delito recibiría su pena, que nada se
pagaba, que no había límites para el crimen ....”
Treinta cuatro años después de la Masacre de la Embajada
de España en Guatemala, ocurrida el 31 de enero de 1980, donde fueron
masacradas 37 personas, indígenas, campesinos, estudiantes, profesionales;
personas humildes, trabajadoras, padres y madres de familia, lideresas y
líderes comunitarios como el señor Vicente Menchú Pérez, quien trabajó y lucho
por el mejoramiento de su comunidad y de su pueblo, las víctimas siguen sin justicia. Para los familiares de las víctimas nada ha
quedado en el olvido, nunca han perdido la esperanza de un día estar en los tribunales
de justicia haciendo uso del derecho al debido proceso para buscar justicia y cerrar
un capítulo que dignifique la memoria de las víctimas. De esta cuenta,
inspirados en la búsqueda de la verdad y justicia, a partir del debido proceso,
nos solidarizamos, apoyamos y respetamos a los querellantes adhesivos, Dra.
Rigoberta Menchú Tum y señor Sergio Ví, familiares del señor Vicente Menchú
Pérez y del señor Gaspar Vi Vi.
Tanto los familiares de las víctimas, comunidades,
organizaciones de derechos humanos, ciudadanas y ciudadanos comprometidos con
la justicia, a lo largo de estos 34 años, hemos luchado incansablemente y seguimos
luchando por derribar el sistema de impunidad estructurado desde aquel entonces
y que aún persiste hasta nuestros días,
acudiendo no solamente a los tribunales nacionales, sino también a
tribunales internacionales. Ha sido esa resistencia de largos años, la que en
los últimos años, ha permitido perseguir penalmente a nivel interno y conseguido
la condena de autores materiales de algunos delitos de desaparición forzada y
de masacres.
El profundo significado del hecho histórico y el simbolismo
de la toma pacífica de la Masacre de la Embajada de España en Guatemala, nos
demanda más que nunca fortalecer nuestro espíritu, nuestra convicción y la
firmeza de nuestras acciones, en favor de la lucha por la justicia, la verdad y
el debido proceso, y quienes hoy aquí
concurrimos, declaramos el 2014 “AÑO DE LA
DIGINIDAD DE LAS 37 VÍCTIMAS, AÑO DE LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA PAZ”. Lo hacemos
tanto por la dignificación de la memoria de las 37 víctimas, como por el
fortalecimiento del Estado de Derecho,
la democracia y la paz. Por la Verdad y la Justicia, nunca aceptaremos
“olvido, borrón y cuenta nueva”, el imperio de la ley y la justicia con el
debido proceso, es el único camino civilizado para que los delitos de lesa
humanidad y terrorismo de Estado no queden en la impunidad.
Por tanto, este 1 de octubre de 2014, en los tribunales
de justicia guatemaltecos, iniciaremos a rendir homenaje a las 37 víctimas de
la Masacre de la Embajada de España en Guatemala, perpetuado el 31 de enero de 1980,
reivindicamos su nombre y las justas demandas
que abanderaron y por las que dieron su preciada vida. Les
rendimos homenaje, reafirmando nuestro compromiso y acompañamos la lucha de los
familiares de las víctimas del genocidio y del terrorismo de Estado y saludamos a
todos los hombres y mujeres, indígenas, ladinos, mestizos, de diferentes
edades, que a diario reconstruyen las identidades y memorias históricas, y que trabajan en la construcción de un país
democrático, plural y digno para todas y todos, libre de todo tipo de
discriminaciones, de exclusión y de violaciones a los derechos fundamentales
del ser humano.
POR LA MEMORIA HISTÓRICA,
Y POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA!.
Guatemala, 30 de
septiembre de 2014.